Todos conocemos el miedo, lo hemos sentido, sabemos bien lo que es y no es un lugar agradable para estar.
¿Cómo podemos traspasar el miedo para que no nos paralice y caiga encima de nosotros como algo pesado y nos angustie más de lo que debería? El miedo puede surgir por diferentes motivos; podemos tener miedo a una situación, a perder algo, a estar solos, a enfermarnos, a lo que vaya a pasar algún día, por el futuro, miedo por alguien, miedo a fracasar. Son muchas las formas por la cual podemos experimentar miedo, y son muchos los motivos.
Primero que nada hay que reconocer que el miedo surge en la mente. Es la mente la que tiene miedo, está en el pensamiento. Tu espíritu no tiene miedo, tu alma no tiene miedo. Desde la mente se transmite el miedo y se manifiesta en el cuerpo en reacciones químicas, en forma de ansiedad, preocupación a veces hasta enojo y en el fondo es miedo.
Reconocer que este miedo surge en la mente nos ayuda a separarnos del miedo, y poder observarlo. Ser consciente del miedo, reconocer que sentimos miedo por una situación, o porque creemos que algo va a pasar, y que probablemente ni siquiera está pasando lo que imaginas, pero la mente agitada construye historias negativas de lo que pudiera pasar.
Sepárate un momento, dale espacio. Comienza con una respiración consciente, céntrate en el momento de ahora respirando, consciente de tu inhalación, exhalación.. Esto va crear un espacio, para que no te abrumes por completo. Una vez que tienes ese espacio ya hiciste un gran trabajo porque generalmente ni siquiera nos damos cuenta de que estamos dentro del miedo o del pánico, y solo estamos siendo abatidos por olas de sentimientos, cargadas de pensamientos descontrolados. Atención, porque esto se refleja en nuestro estado de frecuencia, y pensarlo y sentirlo constantemente puede hasta crear situaciones que contengan lo que estás vibrando, porque lo que vibramos atraemos.
Aprendamos a enfrentar el miedo, a poder observarlo, reconocerlo y no identificarnos. No somos el miedo, el miedo lo podemos sentir, y hasta lo podemos contener en nuestras células, hace parte de la humanidad, de su memoria. Las emociones que los humanos sentimos ante el miedo son fuertes. Y vivimos en constante miedo, miedo a morir, miedo a vivir, miedo a tomar un riesgo, miedo a equivocarnos, miedo a que algo sale mal y no estamos confiando.
Usa tu respiración, ahí comienzas a separarte del miedo. Porque el miedo está en la superficie, pero tu, estás más profundo porque puedes observarlo. Cada vez que logres respirar consciente vas a ir disolviendo más y más el miedo. Calma tu mente, y entonces puedes utilizar una afirmación positiva. Por ejemplo, “todo está bien en mi mundo.”
Cuando paso por situaciones que pueden generar miedo, comienzo a respirar y a recordarme que vivo en un universo de amor, de verdad y de bondad, aunque la situación temporal parezca negativa, sé que siempre hay más y que todo cambia. Recuérdale a tu mente que estás en manos de Dios, y vas a ir fortaleciendo confianza en la vida, y en las situaciones.
La vida se resuelve en la vida misma, a veces no tenemos que hacer muchas cosas, el tiempo va acomodando todo, nosotros simplemente controlemos nuestra mente, el tren de pensamientos desenfrenado imaginando escenarios, amplificando la imaginación y las emociones, que si respiramos y nos detenemos, nos vamos a dar cuenta que somos más grandes que las situaciones.
Tu no eres miedo, la vida te ama, Dios está contigo, pregúntale a tu mente, ¿porque tiene miedo? Sirve también hacer una oración positiva por ejemplo de gratitud. Agradece por algo de ese momento, agradece poder respirar y ser consciente del miedo que experimentas, pero que ya te diste cuenta que no eres tu y eso es un despertar. El miedo no te puede tomar así por completo si lo reconoces de frente y poco a poco respirando lo vas soltando. Abre paso a la valentía, el amor, la confianza, la fe, que están dentro de ti para que puedan tomar mayor dominio sobre tu ser, sobre tu mente y puedas enfrentar las situaciones con mayor presencia.
Es importante no dejarnos controlar por el miedo, porque nos lleva a tomar acciones y decisiones desde un estado de frecuencia muy bajo.
Reconoce que está en ti la luz y el amor para salir del miedo. Tú puedes elegir, eres más profundo que el miedo, ve más adentro. Sírvete de la paz en tu interior que es ilimitada.
El poder está en ti.
Ver video en YouTube